Comentarios de los presentadores: Carmen Moreno
julio 21, 2016Nueva publicación: Stellae
agosto 7, 2017He visto nacer estos Cuentos. Los he conocido cuando eran gusanos y les vi meterse en este libro mágico que es su capullo. Ahora los veo volar como mariposas.
A través de este cuento os presento a mi personaje preferido: BOLITA.
Erase una vez un niño con la cara redonda, tan redonda que hasta los planetas se asomaron para verlo. Miraban a Bolita y Bolita, sorprendido, los miraba a ellos.
Urano y Neptuno, los otros planetas azules de la galaxia, se acercaron tanto que una parte de ellos se clavó para siempre en sus ojos.
Desde aquel día ese niño pudo ver, a través de las esferas azules de sus ojos que son planetas, a todos los seres de la Tierra.
Entiende a los animales y juega con hadas y duendes.
Habla con la Luna y sus maestros son Magos. Por eso sabe cosas que ni imaginamos.
Le enseñaron a andar pero el aprendió a volar…
Como todos los niños se divierte trepando por el Palacio de Hielo y le gusta comer ochíos.
Rompe las jaulas de los leones.
Se pone su trompa para merendar con los elefantes.
Ríe con Bocapez.
Con el corazón encogido escucha a las monas contar su travesía en el barco del infierno.
Las mariposas le cuentan por que son jirafas.
Adelanta el tiempo a su antojo.
Sonríe viendo como los pasteles con zapatos de duende salen corriendo de la tienda y se dirigen hacia los arboles.
Se esconde en los laberintos de la pirámide que se oculta bajo la gran montaña.
Se enfada si sus colegas no pueden jugar al fútbol y no entiende por qué hay que hacer siempre lo que dice el Alcalde Roque.
Sabe cuál es el tronco en el que duerme el Genio y por qué las focas miran al cielo.
Es mucho más importante su partidillo de la tarde que estudiar las lecciones de Historia.
Desde la otra orilla sufre cuando ve a Gerundio deambulando sin rumbo y aborrece a los miserables que hacen daño a su amigo Espantapájaros.
Vuela con la Reina Golondrina por los campos de espigas y sabe que los cara de rata son demonios que vienen de Marte, el planeta rojo de la guerra; aunque el más peligroso sin duda es el practicante que siempre lleva una inyección preparada para pinchar al pobre caminante que se le cruce bajo el absurdo lema de que la salud es lo primero.
A veces no comprende a su amigo Morgan porque se inventa palabras raras, según él porque viene de otro sitio donde se habla así.
Con quien se entiende mejor es con el infante Copérnico que también sabe algunos secretos del universo, aunque no tantos como él. Por eso el pequeño astronauta a veces se equivoca, otra prueba de que las matemáticas nunca son exactas.
Puede ver con claridad porque su mirada es limpia como el cielo, como lo era el mar antes de ser envenenado por los simios-hombres. Dice el sabio Payaso que aquel día lloraron tanto en el bosque que las lágrimas desbordaron el gran rio. Tal fuerza tenía el agua que la madre elefanta emergió como una ballena y cuenta la leyenda que un Mago la elevó al firmamento. Se unió a los miles de soles del universo y desde arriba ilumina a Gnomo en las noches negras. Solo Bolita sabe que la estrella más brillante es Ella.
Con el objetivo de poner orden en los deportes de la aldea fundó el equipo de Los Azules en el que como seleccionador que era hacia lo que le venía en gana y por este motivo fichó a su hermana pequeña. Los demás miembros de la familia no podrían jugar con su pelota por mucho que insistieran. Como ni su caballo ni él se fiaban de ninguno se acordó que Ramallets custodiaría permanentemente el esférico. Con las cuatro patas de su portero ¡a ver quién iba a intentar nada con la bola!.
Por la noche, cuando todos dormimos … coge su balón tan redondo como su cara y de un bote sube para cruzar el cielo. Al amanecer regresa a la carpa de este Circo para contarnos historias de seres increíbles que nuestros ojos no pueden ver porque no son planetas.
Cuando en la oscuridad veáis un cometa sabed que seguramente será Bolita surcando el espacio en busca de Cuentos para nosotros.
En este libro están algunos de ellos.
Gracias Papá por este regalo.
Elena. 23 Junio 2016